Paraíso es mucho más que unos cuantos arboles un rió y unos pocos animales, paraíso es un estado de la persona, la relación del hombre con Dios hacia de ese lugar un paraíso.
Cuando Adán peco el hombre quedo separado de la presencia de Dios. Por lo tanto dejo de vivir en un paraíso.
¿Significa esto que se acabaron los arboles, los animales y se secaron los ríos? ¡No! La naturaleza quedo tal cual como estaba antes pero su estado paradisíaco se termino. El hombre vivía en maldición. Génesis 3: 17 “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.”
A través del arrepentimiento nos reconciliamos con Dios y podemos volver a ese estado maravilloso de vivir en un paraíso. V 2 “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
La restauración de nuestra relación con Dios hace que se acabe la maldición en la que cayó la tierra y el hombre. V 3 a “Y no habrá más maldición;”
Cada uno de nosotros en medio de este mundo plagado de dificultades podemos tener nuestro propio paraíso.
¿Qué necesitamos para disfrutar de ese paraíso aquí en la tierra?
1. Recibir a Jesucristo en nuestro Corazón. Restaurar nuestra relación con Dios. V 17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
2. Dejar que Jesucristo se entronice en nuestro corazón. V 3 “y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán” esto quiere decir que debemos aceptar su soberanía sobre nosotros. Y nos sometemos bajo su autoridad.
3. Nuestros actos deben reflejar en nuestra cara el nombre de Jesús. V 4 “y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.” Si cada uno de nosotros cumple con sus deberes no habrá necesidad de reclamar derechos.
4. Permitir que Jesucristo sea nuestra luz. V 5 “No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.” Si Jesucristo es nuestra luz podremos ver el problema pero también veremos la solución. Jesucristo no va acabar con los problemas pero si nos va a preparar para que salgamos victoriosos en medio de esos problemas.
5. Alimentarnos de la palabra de Dios. El conocimiento de Jesucristo nos da felicidad. V 7 “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.” La palabra de Dios tiene el poder de hacer que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”
6. Debemos adorar solo a Dios. Los ángeles son mensajeros de Dios debemos respetarlos pero no adorarlos. Y si ellos que son espirituales no aceptan adoración menos debemos hacerlo los hombres. V 8-9 “Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 22:9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”
7. El aceptar a Jesucristo debe ser nuestra decisión. El no obliga a nadie si quieres continuar con tu forma de vida pecaminosa el respeta tu decisión. V 11 “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”
Dios no pelea con nosotros los hombres el simplemente le da a cada quien de acuerdo a lo que ha hecho. Eso hace parte de su justicia. V 12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”
La decisión de aceptar el cambio de vida que nos ofrece Cristo es solo nuestra. V 14 “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”
8. Debemos comprometernos hablar siempre su palabra de manera completa no debemos anunciar o aceptar solo los que nos conviene, ni tampoco debemos hacer que la biblia hable cosas que no ha dicho. V 18-19 “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 22:19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”
Deja que Jesucristo guie tu caminar, haga su trono en tu corazón, te transforme a través de su espíritu y podrás experimentar lo que es vivir en un paraíso aquí en la tierra.
Llegamos al final de apocalipsis y de la biblia y lo maravilloso de esto es encontrar la estrecha relación que existe entre génesis y apocalipsis capítulos 21 y 22. Dios quiere que volvamos a disfrutar de esa vida paradisiaca que él tenía preparado para nosotros desde un principio de la creación del mundo.
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