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lunes, 23 de septiembre de 2013

Sellados por Dios. Apocalipsis 7.

El deseo de Dios siempre ha sido y sigue siendo que el hombre sea salvo. 1 Timoteo 2: 4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
Aunque los hombres somos los que decidimos aceptar o no aceptar a Jesucristo en nuestro corazón, la salvación depende Dios. V 10 “y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero
Dios tiene misericordia de quien el quiere tener misericordia. Éxodo 33: 19 “Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Muchas de las cosas que nosotros queremos alcanzar no depende de nuestras fuerzas, la salvación no se obtiene por obras, esto quiere decir que solo depende de Dios, nosotros lo que tenemos es que pedir para que Cristo tenga misericordia. Romanos 9: 16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia
Solo los sellados por Jesucristo podemos disfrutar de su misericordia. Apocalipsis 7: 3 “diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios
Las doce tribus simbolizan al pueblo de Dios. Esto quiere decir que la oportunidad de ser salvos y disfrutar del reino de Dios es para todos los que a través de Jesucristo hacemos parte de su pueblo. V 4 “Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
Jesucristo es quien nos justifica delante del padre, y el está dispuesto hacerlo con todos lo único que tenemos que hacer es recibirlo en nuestro corazón. V 9 “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
Jesucristo nos hace libres de todo pecado a través de su sangre preciosa ahora somos limpios. Pero el no vino para quitarnos las tribulaciones. Solo el soportar el padecimiento nos hace merecedores de ser sellados. V 14 “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero
En este mundo es normal tener aflicciones. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo
En este mundo nadie se puede escapar de tener momentos de aflicción. Santiago 5: 10 “Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor

Jesucristo no quiere prepararnos un mundo especial solo para nosotros los cristianos, Jesucristo quiere prepararnos para enfrentarnos a este mundo y salir victoriosos, eso es lo que deberíamos hacer los padres. No prepararles un mundo especial a nuestros hijos, no encerrarlos en una burbuja de cristal, lo que deberíamos hacer es prepararlos para conquistar el mundo que cada día es más difícil y cruel.



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