Todos los anteriores capítulos de apocalipsis nos muestran un panorama de desolación, de destrucción. En esta ocasión vemos un mensaje diferente, nos encontramos con un ángel que bajo sus pies esta el mar y la tierra es decir toda la creación y también tiene un librito que sería la solución a nuestros problemas. Y sobre todo a la distorsión doctrinal que se vive en estos tiempos.
10: 2 “Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra”
La palabra de Dios en verdad es la única que puede cambiar ese destino abrumador que vemos en algunos capítulos anteriores.
La palabra de Dios puede surtir efecto en nosotros tan solo si la comemos, la única forma que tenemos para comer esa palabra es a través de una lectura hecha con el corazón y con mucha fe. V 9 “Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel”
La palabra de Dios por ser comida para nuestro espíritu y nuestra alma se compone de dos partes dulces y amargas. Cuando nosotros comemos algo que nos agrada es como si fuera dulce, pero cuando lo que nos toca comer es algo que no nos gusta es como si fuera amargo. V 10 “Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre”
La palabra de Dios tiene promesas maravillosas, nos gusta leer los proverbios, los salmos nos parecen tan dulces, pero cuando leemos lo que Dios nos demanda entonces nos parece tan amargo, tanto que muchos dejan de leer.
Los alimentos dulces en el cuerpo de un hombre son buenos pero si se descarta los alimentos de sal puede causar enfermedad. Las partes dulces de la biblia son buenas pero sin la parte de sal que son las correcciones de Dios pueden causar enfermedad espiritual. Nos volvemos acomodados y tibios.
Nadie puede dar de lo que no tiene, el mandato de profetizar de dar a conocer el mensaje de Dios viene después de haberse comido el rollo. V 11 “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” hay muchos cristianos que enseñan de lo que les parece a ellos mas no de lo que la palabra dice.
En el capítulo 11 nos habla de dos testigos. V 3 “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.” La biblia no menciona sobre quiénes son estos dos testigos, muchos se atreven a mencionar que son Elías y Moisés, otros dicen que uno de ellos es Enoc.
La verdad es que Dios necesita de personas que testifiquen de sus verdades y perfectamente uno de ellos puede ser tú o puedo ser yo, puede ser cualquiera que se deje utilizar por Dios para llevar su mensaje. Es decir convertirse en la trompeta de Jesucristo. 11: 15 “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”
Una trompeta es algo que sirve para:
1. Llamar: muy utilizada en la milicia llamar a cenar, a formar. Etc.
2. Alertar: sobre un peligro producido por el hombre o la naturaleza.
3. Despertar: en el ejército se llama Diana
4. Decorar: en muchos restaurantes y salas las podemos ver embelleciendo las paredes. Hay algunos que las coleccionan siendo modernas otros las prefieren antiguas.
Hay muchos cristianos que tienen talentos y habilidades y estos podrían ser trompetas nuevas pero nunca tienen tiempo para servir en la iglesia, otros se creen muy viejos o antiguos y por esta razón tampoco sirven. No importa si la trompeta es antigua o moderna lo que importa es que suene.
Una trompeta no se hiso para estar en una pared decorando, la trompeta se hizo para que suene. Tú y yo no fuimos hechos para callar las verdades de Cristo, fuimos hechos para hablar.
Un soldado con una trompeta que no suena no sirve de nada, es mejor un celador o un vigilante con un pito en su boca. Un pito a un celador le sirve para alertar.
El mundo siempre va a tratar de callarte queriendo matarte con sus comentarios mal intencionados no lo permitas, para lograrlo tendremos que morir a muchas cosas que nos impide avanzar. V 7 “Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará”
No importa si eres una trompeta antigua o eres una trompeta nueva lo importante es que te dejes utilizar por Jesucristo y empieces a sonar es decir empieza a testificar de las maravillas de nuestro Dios.
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